20 Jul Hoja de ruta para luchar contra el absentismo
El coste para las empresas por las bajas laborales asciende a 5.500 millones de euros al año.
La gripe, dolores de espalda o un traumatismo por hacer deporte producen bajas de corta duración que afectan, y mucho, a la empresa.
La recuperación económica que comenzó en 2013 reavivó un problema muy grave para las organizaciones, el absentismo, que en 2016 supuso un coste de hasta 75.874 millones de euros. Lo que implica un incremento del 23,6% respecto al ejercicio anterior, y la cifra más alta de los últimos cinco años.
Aunque el absentismo laboral supone la razón por la que en España se dejó de generar una riqueza equivalente al 6,9% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2016, no hay una fórmula consensuada y única para todas las compañías de cualquier sector, tamaño, análisis de plantilla o geografías en las que opera.
No sólo eso, tampoco está clara la definición de absentismo que, en general, sería el porcentaje de personas que, siendo pagadas por desempeñar una tarea, no la realizan.
Y, en este sentido, habría que saber si el presentismo forma parte de este problema y si otras cuestiones como la maternidad, las horas sindicales, las bajas por enfermedad o por accidente laboral, las vacaciones, etcétera. Se computan también como absentismo, lo que representa un coste para las empresas.
En cualquier caso, y como asegura WATCH & ACT, consultora de negocios que trabaja la transformación desde las personas, la innovación y la tecnología en un marco de aseguramiento que protege tanto los datos como las personas, a nivel de competitividad, el absentismo alto es un torpedo en la línea de flotación de la empresa.
Es imposible que una compañía con absentismo alto sobreviva en el actual mundo socioeconómico.
Para hacerle frente al absentismo, Luis Fernando Rodríguez, CEO de WATCH & ACT, cree que las empresas sólo cuentan con dos fórmulas: la gestión del compromiso y darle a las Mutuas la gestión de las bajas laborales.
“El compromiso tiene una correlación inversa con el absentismo. Es decir, aquellas compañías con niveles altos de compromiso tienen cotas más bajas de absentismo.
De hecho, las empresas con compromiso alto (más allá de 350 puntos en la escala del modelo Fourglags de WATCH & ACT que utiliza una muestra de 270.000 empleados) tienen un nivel de absentismo un 300% menor que las que muestran niveles bajos (menos de 250 puntos).
Es decir, si la media estuviera en un 5% las empresas con alto compromiso estarían entre el 2,5% y el 2,8% de absentismo; y las que tienen compromisos bajos en un 7,5% a 8% de absentismo”, asegura el CEO de WATCH & ACT.
Motivar a los empleados y florecer en ellos ese orgullo de pertenencia que suscita una buena gestión del compromiso ahorra dinero, pues el absentismo representa un coste para las empresas.
Si partimos de una compañía de 1.000 empleados, por ejemplo, con salarios brutos anuales de 30.000 euros/año, la empresa que tenga un 7,5% de absentismo tiene un sobrecoste, respecto a otra que tenga niveles en torno al 2,5%, de 3.000.000 euros.
Si una empresa de 1.000 empleados factura unos 300 millones de euros y tiene un 10% de Ebitda, esos 3.000.000 euros de sobrecoste suponen ese 10% del Ebitda.
Otro mecanismo de defensa contra el absentismo es dar a las Mutuas de trabajo la gestión de las bajas laborales. “Sacándolas del modelo de Seguridad Social donde no hay un expertise en medicina del trabajo que sí poseen los médicos de las Mutuas”, añade Luis Fernando Rodríguez.
WATCH & ACT también aconseja impulsar modelos de desempeño para todos los niveles de la empresa. “Todos los trabajadores, sean jóvenes o mayores, muy cualificados o poco, más antiguos o recién llegados, funcionarios o no, deben tener su modelo de gestión por objetivos.
Tener absentistas en el trabajo es tener profesionales que no van a realizar bien sus tareas, porque su nivel de compromiso es bajo. Y el presentismo no ayuda y no es parte de la solución del problema”, reflexiona el CEO de WATCH & ACT.
Fomentar el teletrabajo y la flexibilidad e introducir plataformas digitales que ayuden a desempeñar este modelo de relación laboral adecuadamente son necesarias también para evitar las bajas de corta duración y el presentismo.
“El absentismo es una clara enfermedad terminal de una compañía”, sentencia Luis Fernando Rodríguez, CEO de WATCH & ACT.
Sobre Watch & Act
Watch & Act es una consultora de amplia visión. Trabaja la transformación desde las personas, la innovación y la tecnología en un marco de aseguramiento en el que se protegen tanto los datos como las personas..
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