04 Oct Cómo ayuda el brainstorming a tu empresa
Cada día, las compañías buscan técnicas que les pemitan mejorar sus procesos y ser más eficientes. Una de estas técnicas es el brainstorming (tormenta de ideas) o lluvia de ideas, como generalmente se le conoce.
El brainstorming es una técnica creativa, ideada en 1939 por Alex Faickney Osborn, que se basa en la interacción entre los integrantes de un grupo para crear nuevas ideas sobre un tema en concreto. Es una herramienta de trabajo que favorece que aparezcan nuevas ideas sobre un problema o tema en específico.
A diferencia de lo que muchas personas piensan, esta técnica no tiene como objetivo obtener una gran idea, o la solución definitiva. El fin principal de hacer un brainstorming es obtener una gran cantidad de posibilidades distintas para resolver un problema.
¿De qué trata el brainstorming en la empresa?
Generalmente, estas sesiones para crear ideas se realizan en un ambiente relajado y calmado, pues el objetivo es que estas ideas fluyan.
Para poder desarrollarla de manera efectiva, los directores de proyecto deberían crear un ambiente que facilite el trabajo en equipo, y motivarlo continuamente proporcionando desafíos y oportunidades, por lo que es necesario tener en cuenta ciertos aspectos:
Evitar las críticas negativas: En el brainstorming todas las ideas están permitidas, por muy extrañas que parezcan. De hecho, la mayoría surge de manera espontánea y el análisis llega después. Mientras tanto, es necesario fomentar la participación y que los integrantes se sientan libres de expresarse.
Definir bien los objetivos: Todos los participantes deben estar al tanto, detalladamente, de cuál es el problema o situación para abordar o solucionar. Esta es la manera más efectiva de alinear las ideas hacia un objetivo común.
Promover la colaboración: La lluvia de ideas es un trabajo en equipo. Es importante dejar claro que, en lugar del afán por dar la mejor idea, es necesario aportar opiniones entre todos. Es una técnica de trabajo en equipo.
Uso de una comunicación abierta y eficaz.
Desarrollo de confianza entre los miembros del equipo.
Gestión de los conflictos de manera constructiva.
Fomento de la resolución colaborativa de problemas, y en la toma de decisiones de modo colaborativo.
Pasos para planificar una buena sesión de brainstorming
1. Define muy bien tu objetivo o problema: las ideas deben apuntar a un resultado en específico.
2. Construye tu buyer persona: crea el perfil de tu cliente ideal.
3. Selecciona los participantes: Es aconsejable tener una gran diversidad de participantes en la sesión. Esto ayuda a que haya una visión externa y diferente al problema que se quiere solucionar.
4. Escoge una persona moderadora: Es importante seleccionar una persona que modere la sesión. Esta persona se encargará de exponer claramente el problema, motivar la participación de los demás y mantener al equipo concentrado.
5. Diseña una agenda: Organiza actividades para “romper el hielo” y así permitir que las personas entren en confianza. Luego asegurarse que se entienda el objetivo de la sesión y se cumplan los tiempos. Por último, incluir un espacio de inspiración para que la creatividad fluya.
6. Elige una técnica: Analiza qué mecánica vas a escoger al momento de poner a las personas a pensar y compartir sus ideas.
7. Define las reglas del juego: Es importante definir unas reglad básicas de participación durante las sesiones, por ejemplo, respetar la participación de los compañeros en todo momento.
En conclusión, la lluvia de ideas es una práctica ideal que cualquier organización debe poner en marcha, esté atravesando una crisis o no. La innovación es fundamental en cualquier momento y es lo que les permitirá a las empresas prevalecer en el tiempo.
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